Paz y amor ... y Obama 'palsalón'

Lo ha vuelto a hacer. Obama, la marca persona que más vende en el mundo, ya es el nuevo Premio Nobel de la Paz 2009.
Y aquí empiezan mis objeciones: ¿Realmente se lo merece con tanta premura y alevosía, por muy buenas que sean sus intenciones? ¿No es demasiado prematuro otorgar un Premio Nobel de la Paz a un presidente que lleva, tan sólo, 8 meses en el cargo? ¿Por qué su paisano Jimmy Carter tuvo que esperar décadas para recibir el suyo hace siete años? ¿No había mejores personas en los cinco continentes para aspirar a este galargón? ¿No se lo merecía mucho más un hombre de paz como Vicente Ferrer? ¿No deberíamos esperar a que su bienaventurada política empezará a dar sus frutos?

Una vez más se vende la pieza antes de ser cazada. En marketing político, ya vale todo. Y Obama vende y mucho. Tanto que en Estocolmo se hacen los suecos y se venden al hombre de moda. Es como si en España, el PP de la Comunitat Valenciana eligiera a Francis Montesinos como candidato a Presidente de la Generalitat. Muchos dirán, pero ¿este tío qué ha hecho para estar ahí? y algunos responderán, que hace unos trajes a medida estupendos.
Volviendo a la Obamanía -coño, hasta su apellido da juego-, queda claro que si su fugaz 'cameo' en el sambódromo montado por el COI en Copenhague no le sirvió de mucho, mejor resultado le ha dado el todopoderoso slogán 'Yes, We Can'. Un claim que aún sonando harto pretencioso, ha seducido a millones de personas. Lo cual tiene su mérito, así que Mr.Obama ¡a criar palomas de la paz que la cosa está malita! Mientras, alcemos nuestra voz y elevemos juntos este nuevo cántico en pro de la Paz Mundial para ayudar al nuevo mesías del planeta Tierra;

Padre Obama,
que estás hasta en la sopa,
promocionado sea tu nombre;
venga a nosotros tu cambio;
hágase tu voluntad
así en Iráq como en Guantánamo.

Danos hoy nuestro titular de cada día;
perdona nuestras críticas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos gobiernan;
no nos dejes caer en la desilusión,
y líbranos de la crisis mundial. Amén