Podría buscar muchos ejemplos en la parrilla para caer en el descrédito y la tristeza de la tele que vivimos. Pero quiero cebarme con el que para mi es el programa más tonto de la programación televisiva.
Inversamente proporcional a sus más de 1.100.000 seguidores diarios (cuanto daño colateral está generando el paro) es la credibilidad y el respeto que en mi produce. Ninguno. Estoy hablando de ese bodrio de 'dating show' importado de Italia, que responde al nombre de 'Mujeres y Hombres y Viceversa'. Un adulterado remake de aquel divertido concurso 'Uno para todas' o 'La media naranja', pero en versión barbies & mascachapas trasnochados.El bodrio resulta cuanto menos machista, frívolo, tan estúpido como innecesario. Una mierda que supera a toda la telebasura de la década de los 90 junta y bien mezclada, lista para ser usada como abono en los campos de chufa.
Me bastan 5 minutos de programa para no empatizar con ninguno de los allí presentes, presentadora incluída. Todos ellos actorcillos frustrados, que se la juegan a una sola carta, la de un buen físico. Eso sí, de neuronas y otros valores, andan escasos, escasos.
¡Por las corbatas de Carrascal! ... ¿qué será lo próximo? Un telediario presentado por Leticia Sabater, que Bustamante sea el nuevo hombre del tiempo o que Amaia Montero (ex oreja) presente un programa de cocina. Miedo me da, porque el día menos pensado uno va, pone la tele y en un triple salto mortal de cadena en cadena se encuentra a su excompañera de piso secando sus lágrimas de cocodrilo a los pies de un adonis castigador y engreido. Más falso que las tetas de La Veneno.
Puesto a devorar telebasura, prefiero a Belén Esteban, que aunque sea más fea y el defensor del menor le tenga ganas, es más de verdad. ¡Arriba la Esteban!
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