Aviso importante: La religión mata

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Aquellos que me conocen bien, de sobra saben la fobia que profeso a las religiones en general. Siendo la católica, por aquello de ser la que me impusieron, la que más animadversión me produce. Razones no me faltan para defender este ateismo visceral, pero hoy no toca confesarse.

Hoy, como ser humano, libre y comprometido con la aldea global, me siento ofendido y engañado. No es para menos. Hay que tener santos huevos y muy poca vergüenza torera para visitar el corazón de África y sermonear que "el sida no se resuelve con preservativos" y "que provoca más problemas de los que pretende resolver". El sumo pontifice, ese que vela por la paz, las palomas, el niño Jesús y el bien de la humanidad, lo ha hecho.¡Y de que manera! Así es fácil echar por tierra cualquier campaña de información sobre contagio sexual cuando se abre el cielo y sus palabras suenan a música celestial. Muy desafinadas, por cierto.



No me puedo creer, que en nombre de dios, se haga apología de la ignorancia y el contagio masivo. Este ministro celestial que responde al nombre de Benedicto XVI no follará nada, pero se ha empeñado en joder la vida a los que ya están jodidos en su purgatorio vital. Porque el infierno existe y se llama África. Un continente abandonado a su suerte, que es más bien desgracia, en el que al día mueren 5.500 personas a causa del VIH. ¿Tanta cegera producen los dogmas religiosos cómo para no ver esto? Es como si para acabar con los incendios forestales, talaramos los bosques (Ups, espero que Berlusconi no lea esto y lo ponga en práctica).

Y luego vienen los ultracatólicos echándose las manos a la cabeza porque los musulmanes desprecian y lapidan vivas a sus mujeres. ¿Y esto? Acaso no es una condena en vida. Cada paso que da la Iglesia Católica hacia adelante, la sociedad retrocede tres o más. Por eso, no creo que vuelva a creer ...¡Y que dios (así en minúsculas) les pille confesaos!


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